El juguete pertenecía a una tradicional línea de productos infantiles conocidos como Raggedy Ann.
El personaje había sido creado por Johnny Gruelle en 1920 y se destacó en una exitosa saga literaria. A partir de 1935 sobresalió como uno de los productos infantiles más vendidos en los Estados Unidos que inclusive llegó a tener sus propios cortos animados a cargo de los legendarios Estudios Fleischer, responsables de los primeros dibujos de Superman y Popeye.
Para 1970 esta clase de muñecas no habían perdido su vigencia y seguían generando atracción en niñas y coleccionistas de juguetes.